Tema 13 La Ley Moral en Kant
Immanuel Kant desarrolló la teoría de la ética deontológica en la que la ley moral se conoce como la «ley categórica imperativa». Esta ley es vista como universal y válida para todos los seres racionales, es autónoma y no depende de las consecuencias o intereses personales. La moralidad de una acción se basa en su conformidad con esta ley, que exige que se trate a los demás como fin en sí mismo y se cumpla con la honestidad y la verdad. La ley categórica imperativa se deriva de la razón práctica y es un estándar objetivo para la moralidad y la ética, siendo una de las teorías éticas más influyentes de la filosofía occidental.
Con la razón pura de Kant, la metafísica desaparece. Pero el conocimiento del hombre va más allá de lo inmanente o sustancial. El ser humano trata de ir a por lo trascendental, es algo natural e inherente al ser humano. Por eso usaremos el uso práctico de la razón y volverán términos como Dios, Alma y Mundo. El conocimiento que nos otorga la razón práctica es un conocimiento moral en forma de imperativos o mandatos. Estos pueden ser hipotéticos o categóricos. Kant realizará una crítica a las éticas materiales porque dice que todas las éticas anteriores lo fueron y además son heterónomas, empíricas y hipotéticas. Con lo cual no pueden ser universales.
La ética de Kant será una ética formal y además, autónoma, formal, y basada en imperativos categóricos. Según Kant existen 3 tipos de acción o maneras de actuar. Contra el deber, de acuerdo con el deber, o por respecto al deber. La libertad para Kant es lo mismo que la autonomía de la voluntad. Kant describe dos mundos, el de los fenómenos donde rige la causalidad, y el de las esencias donde gobiernan las leyes morales (esfera de libertad). De esta manera, Kant postula las grandes realidades metafísicas. Estas son la libertad de la voluntad autónoma, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios. El objetivo de esto es alcanzar la felicidad humana. Puesto que la moralidad es la que tiene que llevarnos a la felicidad, la existencia de Dios nos la garantiza.