Tema 11 La Razón y el Progreso en la Ilustración
La Ilustración, como todos sabemos, fue un movimiento histórico en todos los ámbitos. El siglo XVIII también es conocido como el siglo de las luces. El objetivo de la Ilustración es “avanzar en la facilitación de la felicidad de los seres humanos”. Los Ilustradores más influyentes de las época fueron Montesquieu, Rousseau y Voltaire, ellos promulgaron nuevas ideas tales como la soberanía y la voluntad popular o la división de poderes. La Ilustración sirvió como base para destruir el Antiguo Régimen y las clases sociales de la edad media y de este modo instaurar las ideas liberales.
El siglo de las luces fue un movimiento cultural y filosófico que surgió en Europa durante el siglo XVIII. Se caracterizó por un enfoque en la razón, la ciencia y la libertad individual, y tuvo un impacto significativo en la forma en que la sociedad se veía a sí misma y abordaba los problemas políticos y sociales. El progreso con la Ilustración incluyó la creación de sistemas políticos más justos y democráticos, la expansión de la educación y la libertad de pensamiento, y el desarrollo de nuevas ideas y tecnologías que cambiaron el mundo para siempre. En general, la Ilustración es considerada como un período de gran progreso y avance en la humanidad.
La Ilustración trajo nuevas ideas allí donde surgió. La fe en el progreso, sacar la visión optimista de las cosas y manejar el rumbo de tu vida. La educación pasa a ser algo fundamental para la sociedad, todas las clases sociales tienen derecho la cultura. Diderot y D’Alembert escriben «La Enciclopedia». Aparece un nuevo humanismo con el objetivo de luchar por los derechos humanos de los que habló Locke, que acabó con el estallido de la revolución francesa.
Conseguimos llegar a la humanización gracias a la civilización es que progresamos hacia una etapa superior. La civilización nos permite conseguir nuevos valores culturales y mejorar como personas y como sociedad. Pero Rousseau será uno de los que criticará este término. Ya que, según él, conlleva la adquisición de riqueza para unos y la miseria para otro, y el deseo de cosas superfluas.