La Navaja de Guillermo de Ockham y el Principio de Parsimonia

Aquí te explico la filosofía de Guillermo de Ockham, para más cosas interesantes Amor por la Sabiduría.

Breve biografía de Guillermo de Ockham

Guillermo de Ockham, también conocido como William of Ockham, fue un filósofo y teólogo inglés del siglo XIV. Nació en Ockham, Surrey, Inglaterra, alrededor del año 1287 y murió en Münster, Alemania, en 1347. Estudió en la Universidad de Oxford y luego en la Universidad de París, donde se convirtió en un maestro de artes y teología. Su obra más conocida es su Summa Logicae, en la que desarrolló su teoría nominalista y su principio de parsimonia.

También escribió sobre teología, filosofía política y lógica. Fue un crítico de la teología escolástica dominante de su época y se opuso a las enseñanzas de Tomás de Aquino y de la Iglesia en general. Debido a sus críticas a la Iglesia, Ockham fue excomulgado y pasó gran parte de su vida viajando por Europa, finalmente murió en Münster, Alemania. En resumen, Guillermo de Ockham es recordado como un filósofo y teólogo importante del siglo XIV, conocido por su teoría nominalista y su principio de parsimonia.

Filosofía de Guillermo de Ockham

Ya en el siglo XV, con la crisis de la Escolástica y de todo el sistema medieval, la crítica de Ockham establecerá que la relación entre estas dos áreas será completamente independiente, no solo en términos de sus métodos, sino también de sus objetos de estudio y a sus contenidos.

Y esto es porque:

1. El conocimiento racional se basa en el conocimiento de la realidad concreta, de los objetos y los seres individuales.

2. Solo conocemos individuos específicos y sus relaciones que ocurren en la experiencia.

3. Por lo tanto, la razón se limita a la experiencia y lo que nos ofrece a través de los sentidos.

4. La fe trata con verdades y principios cristianos de los cuales no tenemos experiencia concreta.

Así, la independencia total se logra no solo de las dos vías del conocimiento, la fe y la razón, sino también de las dos disciplinas, Religión y Filosofía.

Y de esta manera también establece Ockham los fundamentos de lo que será la Filosofía Moderna de los siglos siguientes, concretamente de las corrientes filosóficas decisivas en esa etapa: el racionalismo y el empirismo.

EL PRINCIPIO DE PARSIMONIA

La filosofía de Guillermo de Ockham, también conocida como nominalismo, sostiene que solo los individuos concretos tienen existencia real, mientras que las categorías generales y las propiedades universales son solo nombres o etiquetas aplicadas a ellos. En otras palabras, solo las cosas individuales son reales, las universales (como «verdad» o «belleza») son solo nombres aplicados a las cosas individuales. Ockham también desarrolló el principio de parsimonia, que dice que, cuando hay varias explicaciones posibles para algo, debemos elegir la más simple. En cuanto a la teología, Ockham defendió la idea de que la autoridad de la Iglesia debe estar sujeta a la autoridad de la razón y la evidencia empírica. En resumen, Ockham es conocido por su énfasis en la importancia de la individualidad y la simplicidad en la filosofía y la teología.

LA NAVAJA DE OCKHAM

La principal teoría que aportó Guillermo de Ockham fue la conocida como «La navaja de Ockham» o principio de parsimonia o economía. NO solo fue un gran filósofo y teólogo sino que marcó un antes y un después entre la la Religión y la Ciencia.

La navaja de Ockham sigue usándose hoy en día y consiste en una frase «no expliques por más lo que puedes explicar por menos«. Es decir, fuera sutilizas y conceptos abstractos y redundantes para explicar las cosas de una manera más sencilla sin complicarlo todo. No es una doctrina, sino más bien un sistema metodológico que consiste en no desviarse del objetivo. Todo se hace mucho más simple para lograr un razonamiento más lógico y así tener un mayor porcentaje de acierto en el argumento.

Ockham va más allá y niega la epistemología tomista afirmando que el conocimiento se obtiene directamente mediante la observación y la intuición, sin tener que pasar por un supuesto proceso o no. Es un proceso mucho más sencillo y, luego que los sentidos perciben un objeto externo, lo perciben inmediatamente sin complicaciones.