En esta página tienes explicados el materialismo y la teoría de la alienación de Marx, para más contenido Amor por la Sabiduría.
¿Qué es el Materialismo de Marx?
El materialismo es una doctrina o corriente filosófica que establece que toda realidad es reducible a manifestaciones, fuerzas, movimientos o propiedades de la materia. Surge en oposición al idealismo y resuelve la cuestión fundamental de la filosofía dando preeminencia al mundo material.
Según esta concepción, el mundo, y por extensión el universo, es material, existe objetiva e independientemente de la conciencia. La materia es primaria y la conciencia y el pensamiento son propiedades de ella.
A principios del siglo XIX, el materialismo era una oposición radical a la teología y la religión. Por lo tanto una lucha contra las instituciones que tenían el poder. Esta corriente es «resucitada» por L. Feuerbach, quien critica el idealismo de su colega Hegel.
El materialismo dialéctico es una concepción o interpretación del mundo en el que se considera que solo existe una realidad material. Y que esto cambia continuamente, dialécticamente.
¿Cómo define Marx al ser humano?
Marx argumenta que no existe una esencia del «ser humano» que deba ser realizado, pero el hombre es trabajo, actividad. El ser humano se hace en sus propias acciones y decisiones. El hombre es un ser activo y su dimensión. La práctica es más importante que la teoría. A través del trabajo, el hombre transforma una naturaleza y ocupa un cierto lugar en la sociedad.
La Teoría de la Alienación de Marx
Podemos definir la alienación como ese proceso o situación social por el cual el hombre se convierte en algo diferente, extraño o extraño a lo que debería ser, al que pertenece. Marx entiende que esta alienación ocurre precisamente en el trabajo. Lo que debe hacer al hombre (no olvidemos que esto es actividad) es precisamente lo que termina «cosificándole» a él. Lo que lo esclaviza, lo que lo hace en algo inhumano, por lo tanto, en algo diferente de lo que es el hombre.
En la medida en que el trabajo no humanice al ser humano, será un trabajo alienante, y estará en la mira de la crítica marxista. Específicamente, Marx afirma que esta alienación que ocurre a través del trabajo tiene 4 dimensiones:
- Respeto por la naturaleza: deja de ser un patrimonio común sobre el que cualquier ser humano puede disponer para trabajar, y se convierte en propiedad de otro, una materia prima que se puede comprar y vender, enajenada de su propiedad común original.
- Con respecto al trabajo en sí: no pertenece al proletariado sino a los burgueses que lo emplean y que aprovechan la situación de superioridad que esto genera. También es un tipo de actividad que no se elige, libre o creativa, sino que a menudo consiste en una mecanización del ser humano. El proletario no elige su trabajo y se ve obligado a venderse a sí mismo como trabajo, lo que lo hace sentir extraño, insatisfecho, explotado.
- Con respecto al producto de su trabajo: esto tampoco le pertenece a él, pero es la mercancía, en capital, que se venderá en beneficio exclusivo de la burguesía, propietaria de los medios de producción.
- Respeto a la sociedad: la alienación del trabajo es el origen de las clases sociales. El lugar de trabajo es sinónimo del lugar que ocupa en la sociedad, que determina todas las relaciones sociales posibles.
- Esta alienación económica produce una alienación social (una sociedad dividida en clases sociales opuestas por diferencias de privilegio). Una alienación política (un estado que prevalece sobre el individuo y lo subyuga). Una alienación filosófica (el pensamiento trata de justificar un sistema y un relaciones de producción que favorecen a algunos y desfavorecen a otros). Y una alienación religiosa «La religión es el opio de la gente». Una religión que sirve como anestésico de las clases oprimidas frente a sus condiciones materiales de existencia).